[UKISS&You][Het] Neverland~

Titulo del fic: Neverland~Memories are not returnable~

Capítulos: Todavía indefinidos

Parejas: OT8 (Si… muy extraño) Cada uno de los miembros actuales de UKISS tendrá cierta cercanía especial con la protagonista. Aunque hay uno que otro más especial ~ya verán quien~ ewé (yo quiero OT10 con todos asdasdasd)

Tipo: Fantasy – Hetero

Género: Fantasy - Friendship - Romance - Angst - RP – AU – AR - H/C- WAFF – Drama – etc.

Clasificación: +13 (modificaciones seran bien anunciadas)

N/A: Mágicas fantasías que toda mi vida quise hacer realidad, por fin en un fic en el que todos aman a la perratagonista protagonista… Espero lo disfruten… Enjoy it! Asi la Chizu con su soledad extrema Y no olvideen comentarrrr
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Neverland ~Memories are not returnable~


La vida no tiene demasiado sentido, todo va y todo viene, lo que amas desaparece y lo que odias te persigue. Así ha sido para mí siempre, cada mañana al despertar me pregunto, ¿por qué sigo aquí?

Nadie me necesita y yo no los necesito, no hay amigos o personas especiales para mí, ni siquiera mi familia es capaz de llenar ese vacío. Sigo pensando en cuando moriré, cuando acabará esta existencia sin cambios.

Los ruidos a mi alrededor son molestos, voces, risas, gritos, motores, ruedas rozando el piso. Me coloco mis audífonos a todo volumen. Siento un pequeño murmullo al que no le hago caso y sigo mi camino.

Entonces lo siento. Un golpe en mi cadera, fuerte y certero. Rápido y frío me obliga a despegar mis pies del suelo, siento el viento rozarme con más fuerza, los auriculares vuelan de mi cabeza, caen, y unos metros más lejos caigo yo.

Me azoto con fuerza sobre el asfalto, mis ojos se cierran antes de sentir un nuevo golpe, primero mi columna, luego mi cabeza.

Escucho voces, hablan todas a la vez, “¡Cállense ya, estoy bien!” desearía gritarles, pero la voz no sale y entonces comienzo a sentir el dolor.

Cualquier movimiento es una tortura, por lo que prefiero mantenerme en mi estado petrificado, mis labios tiritan, intentando modular alguna palabra sin lograrlo.

- Por Dios, no lograran nada solo viéndola, llamen una ambulancia rápido.- Instruye una dulce voz masculina a mi lado.
- Ya hemos llamado, pero no se sabe nada.- Respondía alguien más.

Que divertido. Me gustaría poder reírme, hace solo unos minutos seguía deseando mi muerte y cuando consigo acercarme a ella alguien busca salvarme, “Déjame en paz”, quisiera decir a aquel chico, pero no puedo.

- Si no vendrán la llevaremos nosotros, chicos vengan a ayudarme.- Dijo antes de que un par de brazos me tomaran y me llevaran a un desconocido destino.
- Ten cuidado no sabemos que lesiones pueda tener.- Instruía otra voz.

Aquellas primeras voces llenas de preocupación me llenaban de preguntas y gritos. Solo una susurraba para mí, parecía a pesar de toda la preocupación, más tranquilo que los otros.
- Todo estará bien, podrás salvarte, verás que si.- Susurraba con esperanzas.
“No me salves”
- ¿Sabes? Si te hubiera conocido en otra situación, tal vez te hubiera invitado a una cita.-

¿Ese chico se insinuaba a una moribunda? Quisiera darle un golpe. Mi interior se ríe un poco de ese gesto.

Siento los sonidos clásicos de un hospital, pero de pronto todo se pone negro, los sonidos se distorsionan y dejo de percibir lo que ocurre. ¿He muerto ya?

Las cosas se mantienen en un vacío por mucho más, parece una eternidad. ¿Con que esto es morir? Maldición, no es tan distinto a vivir. No hay otra opción, un infierno hubiera sido mejor.
- Despierta.- Dice aquella voz antes susurrante.
- Dejala dormir, ya sabes cuanto demoran en despertar a veces.- Le recriminaba alejándose otra.
- No quiero seguir esperando.- Respondía-. Abre los ojos.- Seguía pidiendo.

Tenía curiosidad de que estaba al otro lado de este muro que formaban mis parpados, con todas mis fuerzas traté de seguir aquella orden que se repetía y repetía “Abre los ojos”
- Wah!!!- El dueño de aquella susurrante voz, ahora vocifera sorprendido, alejando su rostro del mío, reacciono del mismo modo.

Es un chico, joven, guapo, de cabello oscuro y algo alborotado, ojos color chocolate y una expresión dulce, viste completamente de blanco. Al igual que yo, ahora que lo noto.

No puedo recordar por qué estoy aquí, todo a mi alrededor es desconocido. Blanco, puro, estoy recostada sobre algo suave y espumoso, pero a la vez muy firme. Me reconforta.

Pestañeo unas cuantas veces tratando de asimilar las cosas. No hay nada en mi mente. Me pregunto que es este lugar. ¿El cielo quizás?
- Hola, ¿cómo te sientes?- Me pregunta el chico, acercándose nuevamente, a medida que me levanto.
- ¿Sentirme? Ehhh… ¿Dónde… yo?- Digo confundida con mi mano en la cabeza.
- ¿Te duele?- Se acerca un poco más, colocando dos de sus dedos junto a los míos.
- No… solo…- Los aleja.

No sé exactamente que decir, estoy tan confundida. Tengo conocimientos y nociones, pero no recuerdos. Quiero correr y gritar, pero hay algo que me calma y me obliga a solo estar sentada aquí.
- ¡Hyung! ¡Ha despertado!- Grita el chico a alguien a mis espaldas, me giro para verle.

Es otro chico vestido completamente de blanco, su cabello es claro y desordenado, sus ojos son oscuros y dulces y su sonrisa me impresiona, es simplemente brillante.

Definitivamente estos seres solo pueden ser ángeles. Si es que los existe.
- Bienvenida, ¿cómo te sientes?- Dice acercándose alegremente.

¿Bienvenida? Con que es mi primera vez aquí. El chico se acerca y se arrodilla junto al otro que expectante me mira con una sonrisa en sus ojos y tensión en sus labios.
- ¿Ustedes…?- Susurré.
- Ah… Estás confundida aún, ¿no quieres descansar un poco más?- Propuso.
- No… Yo… Estoy bien…-

Ellos solo me miran mientras hablo, con esas permanentes expresiones de eterna alegría, no puedo decir nada de este lugar, además de que es un profundo blanco sin fin. Al parecer el resto de mis días, la eternidad la pasaré junto a este par de inusuales y preciosos seres que me han dejado sin habla.

Dda-dda-dda-ddaraomyeon
alge dwae yaksok
Bo-bo-bo-boyeojulge
hwansanggateun donghwa sok (come here girl)

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Me encanto, amo como escribe, como narras amo todo
Continua por favor

wowowowo Chizuu cada dia mas me vicio ~~ i love it unnie quien no desearia despertarse con esos angeles por fa que pasara ahora que ve a esos hermosos chicos a sus pies????~~ wowowo esta buenisimo dame masssss!!!~~

OwO lamento la tardanzaaa es que el internet da problemas con el foro OMFG!!!! Pero bueno... otro capi de esta cosa q hace q mi verosimilitud se valla a las pailas y me traiga el desayuno (?)

.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Capitulo 2:

Mis ojos se abren otra vez, no recuerdo en que momento volví a dormirme. Estoy tan confundida, todo lo que siento es un agradable canto a lo lejos y unos dedos moviéndose en mi cabello.

Muevo mis ojos de un lado a otro para encontrar a mis acompañantes, durante mi sueño las cosas no han cambiado aquí. Aquel dormir, pareció una eternidad, fue relajante y reponedor, como adquirir una nueva vida con solo cerrar mis ojos. Quisiera saber por cuanto tiempo estuve dormida.

- ¡Oh! ¡Estás despierta otra vez! ¿Te sientes mejor ahora?- Pregunta el ángel sonriente, deteniendo su canto.
- Estoy bien.- Pronuncio suavemente.

No hay dolores, no hay molestias, al parecer todo está perfecto en mí, estoy bien. Tengo una tremenda curiosidad de este lugar y esta existencia.

Los movimientos en mi cabello del otro ángel se detienen también, se coloca frente a mí, mientras intento sentarme. Miro a mi alrededor, encontrándome con ellos, y con tres chicos más, todos visten de blanco, los tres extremadamente guapos, diferentes entre si, pero con una belleza que no logro comparar a nada.

- ¿Por cuánto tiempo he estado dormida?- Pregunto al chico frente a mi, es quien más confianza me inspira, tal vez porque fue el primero en recibirme.
- ¿Tiempo? El tiempo aquí no corre, no hay que preocuparse de cosas como el paso de los años.- Respondió alegre.

No hay que preocuparse del paso de los años, ¿por qué tengo consciencia del tiempo si no tengo recuerdos de un pasado? No comprendo nada de lo que veo, necesito que alguien me explique.

Uno de los chicos que no había visto antes, de cabello desordenado y ojos finos sonríe al verme, mientras lleva a la comisura de sus labios su dedo índice. Me pregunto que significa ese gesto.

Está de más afirmar que sus rasgos son completamente perfectos, su sonrisa es una curva delicada, preciosa, y sus ojos son rasgados y finos, oscuros bajo un sutil flequillo castaño.

Por instinto mis ojos regresan al frente, tras mi acompañante veo acercarse un chico más, alto, de piel clara y ojos penetrantes y oscuros, labios rosados y perfectamente dibujados en su rostro, su cabello, castaño oscuro, caía liso con algunas ondas sobre su rostro, cubriendo parte de este.

Él era definitivamente el más bello de todos, con aquel misterio, ese rostro perfecto y esos delineados labios que solo quisiera besar. Siento como mi corazón se agita un poco mientras más cerca está.

¿Qué cosas estoy pensando? Es a penas la primera vez que lo veo.

Se detiene detrás del dulce chico arrodillado frente a mi y me saluda con una sonrisa que todo lo que hace es derretirme, la sonrisa más hermosa que he visto en este lugar, la más bella de todas.

- Hmp!- Escucho al chico con el dedo junto a su labio. Continua viéndome fijo con su también especial sonrisa.
- ¡Ah! Al parecer hay mucha gente aquí, creo que es hora de que nos presentemos.- Dijo el ángel de dulce voz-. Yo soy Kevin.- Se presentó sonriendo.
- ¡Yo soy DongHo!- Dijo el de expresión dulce, arrodillado frente a mi-. Espero no te moleste que haya jugado con tu pelo, es que está muy lindo y largo y quise trenzarlo.- Se acercó un poco y puso sus manos sobre mi cabeza-. ¡Ya está! Liso otra vez.-

Con que mi cabello es largo y bello, ¿Qué?, ni siquiera recuerdo mi apariencia. Un minuto, ¿con solo tocar mi cabeza mi cabello se alisó de la nada?, ¿estos chicos tienen poderes? ¿Ángeles con poderes?
- Mi nombre es Hoon, bienvenida.- Me saludó un chico de mirada cálida a mi derecha.
- Eli, es un gusto.- Dijo otro junto a él.
- Soy AJ.- Saludó el chico del gesto extraño, quitando momentáneamente el dedo de sus labios.
- Y yo soy Kiseop, bienvenida.- Dijo el más guapo de todos.

Kiseop. Con que ese es el nombre del ser más bello en este lugar, su sonrisa se hizo algo más amplia al saludarme, no puedo dejar de mirarlo, siento como los latidos de mi corazón solo suben y suben su intensidad, ¿es posible sentir algo así de tan solo ver a alguien? No sé exactamente que es lo que siento, solo sé que mis ojos no pueden despegarse de los suyos y que mis mejillas comienzan a entibiarse.

- ¿Puedes recordar tu nombre?- Dijo Kevin, desviando mi atención.
- Yo soy…-
¿Qué? ¿Cómo me llamo? No está en mi mente, veamos… No es posible que no recuerde mi propio nombre… Nada… No puedo hallar respuesta…

- Oh, ya veo, luego resolveremos eso. ¿Tienes alguna pregunta?- Continuó, como si hubiera leído mis pensamientos.

Preguntas, quiero saber exactamente donde estoy, que es este lugar, que son ellos, por qué están junto a mi, hay tantas cosas que quisiera saber, pero no sé exactamente como preguntarlo y saberlo todo a la vez. ¿Es acaso esto el cielo? ¿Son ángeles? ¿Estaré aquí para siempre?

- Esto no es el cielo, pero es parte del camino.- Dijo como si nuevamente conociera mis pensamientos-. El tiempo que estés aquí no depende ni de ti ni de nosotros, que por cierto no todos somos ángeles, pero si todos somos tus… protectores, por así decirlo.- Respondió a gran parte de mis dudas sin que yo pronunciara una sola palabra.

Me asusta un poco.

- No tienes que temer, estamos para cuidarte, nunca te haríamos daño.- Dijo Kiseop.

Sus palabras eran dulces y me llenaban de confianza, pero el hecho de que supiera exactamente lo que pasa por mi mente seguía intimidándome.

¿Qué es este lugar?

- Esto es Neverland.- Pronunció DongHo.


Neomani hamkke kajullae
Meolji anheun fantasy
Sangsangi kadeukhan i sesange
Kkeucheun eobseo never end
yeogin NEVERLAND

En setrio En serio perdon los atrasos en actualizar todos mis fics es que la net mala me trae como loca y las limitaciones son mil asi que disfruten lo que valla saliendo, porque todos demoraran~~~

ohh dioss no lo habia pillado este x3 wowowoow va muy bnnnn!!! te entiendo unnie tendre paciencia a esperar >< kiero saber massss wue sigueeeQ!!! contiii ^^

que pasa?!!

te bcomprendo tendre paciencia, pero esta muy bonito, no demores mucho por favor* se arrodilla y llora*

por favor!!!!!!! pido conti!!

Subiste *-*
está bien te comprendo, tendré paciencia y esperare ansiosa el próximo... Porque este capitulo me encanto, yo siempre supe que eran ángeles, son demasiado hermosos para ser simples humanos

Holi!!! Nuevo capoooo!!!!! Oh yeah~~ enjoy

Capitulo 3:

Neverland, rodeada de seres preciosos que dicen ser mis protectores, algunos de ellos ángeles, quienes estarán a mi lado durante el tiempo que deba estar aquí, en esta tierra que es parte del camino al cielo.

Intento ponerme de pie, me siento algo débil aún, desearía que alguno de ellos, además de solo mirarme se dignara a ofrecerme su mano y ayudarme, solo sostenerme, sé que si logro ponerme de pie, podré continuar.

Una mano aparece frente a mi, alzo mi vista para encontrarme con los ojos de su dueño, Eli, su mirada es profunda, y su sonrisa suave y me inspira un dejo de tristeza. En silencio acepto su ayuda.

El contacto con su piel es tibio, delicado y agradable, suave.

He logrado ponerme en pie.

Él también lo ha sabido, mis pensamientos, ¿Todos pueden verlos?, ¿por qué responden a mis preguntas antes de que yo las haga? ¿Por qué ha hecho él lo que necesitaba antes de que lo pidiera? ¿Pueden saberlo todo?

- No todo.- Respondió inesperadamente AJ.
- ¡¿Qué?!- Dije asustada.
- Primero que nada, soy él único capaz de leer tu mente.-
¿Leer mi mente? Entonces todo lo que he pensado, él lo ha sabido. Aquel extraño gesto, que por cierto ha dejado, ¿tiene relación con su poder?

- Más que un poder, prefiero que lo llames una habilidad, y bueno, a través de este gesto.- Recreó su seña-. Puedo transmitir lo que leo o lo que yo mismo pienso a quien yo desee.-

Entonces además de ver mis pensamientos ha estado mostrándoselos a todos aquí. Eso me asusta un poco y más que eso me avergüenza… Digo, ¿todos ellos saben lo que pienso?, ¿todo lo que he pensado hasta este punto?, ¿Lo que pienso de ellos?
Comienzo a sonrojarme, lo siento, ¿Kiseop sabe lo que he pensado de él?

- Tranquila, no lo sabe. Solo yo he visto aquello, será un secreto si así lo quieres.- Explicó.
- Si, por favor.- Pedí.
- No hay problema, solo he permitido que vea tus pensamientos el indicado para cada uno de ellos, por esta vez.-
- ¿Por esta vez?-
- Dentro de ti hay muchas dudas y si no puedes sacarlas, me encargaré de que el indicado te dé respuesta.-
- Gracias.- Susurré tratando de ser amable, aún me asustaba un poco el que supiera todo lo que por mi mente pasa.
- Bueno, además de conocer tus pensamientos y transmitirlos, puedo… intensificarlos, en cierto modo, llevarlos a tal punto, que pueden corromper tu mente, llevarte a la locura e incluso matarte.- Sonrió de costado.

Esas palabras eran innecesarias y todo lo que lograron fue solo asustarme más, en especial junto a esa sonrisa, ¿acaso si lo quería podía solo acabar conmigo desde mi mente? ¿Solo por un capricho podría matarme? Debía ser cautelosa con lo que por mi mente pasara, ya no sería libre de pensar, todo lo sabría él.

- No te haré daño, quiero protegerte.- Susurró algo culpable de sus advertencias anteriores.
- Todos queremos protegerte.- Dijo Hoon.
- ¿No te gustaría conocer el lugar?- Invitó Kiseop.
- ¡Yo te guiaré!- Saltó DongHo.

¿Conocer? Pero si todo es un blanco profundo, ¿Qué hay para conocer? No veo nada más allá de ellos.

- Nunca pienses que todo lo que existe es lo que tus ojos te muestran.- Susurró AJ.

Entonces DongHo puso su mano frente a mis ojos por unos segundos, al quitarla se desprendió y mejor dicho se dibujó lentamente para mí un colorido y vivo bosque, lleno de vegetación y animales. Era inmenso, infinito.

- Ven conmigo.- Tomó de mi mano y me obligó a correr.

El piso bajo mis pies de pronto desapareció. Cerré mis ojos con fuerza por temor al vacío, presioné con mayor fuerza la mano de mi acompañante. Él solo reía y disfrutaba de la caída, que al parecer no tenía fin.

- No tengas miedo, abre tus ojos.-

Obedecí, a mi alrededor las cosas se movían lentamente, era bellísimo, podía apreciar cada detalle de este lugar maravilloso. De la espalda de DongHo habían surgido unas enormes alas blancas, es un ángel. Tomó de mi brazo ayudándome a ponerme sobre él.

Choeum nunddeumyeon,
mideul su eobtdae
gwaenchanha
na yeope isseulge,
keu nugudi jansori hal iri eobtdae
yeah
yeah, keunyang da nae
meotdaero hae

Seguimos descendiendo unos cuantos minutos más, en silencio, solo disfrutaba del paisaje que se desplegaba, aves de todos colores volando junto a nosotros, insectos posándose en mis dedos y volando otra vez, otros subiendo en las montañas, insectos del mismo tamaño que podríamos nosotros tener, o incluso más grandes.

Llegamos a centímetros del suelo, nuestros pies suavemente se posaron en la tierra mientras las alas desaparecían en el cielo, como diamantes y estrellas.

- Disfruta del paseo. ¿Tienes hambre?-

Asentí. No había comido nada. Nos acercamos a un árbol, que ofreció una de sus ramas con frutos azulosos, tomando uno de ellos, DongHo susurró “Gracias” y la rama regresó a su lugar.

Recibí el fruto con algo de desconfianza, azuloso, era más pequeño que mi puño y olía bien, pero no me sentía segura de comerlo. DongHo insistió con su mirada, lo mordí y sentí el dulce sabor en toda mi boca, era delicioso, jugoso y parecía crecer tres veces su tamaño al comerlo. En solo unos segundos lo había acabado, pero me sentía del todo llena.

- Delicioso.-
- Todo aquí lo es.-

El primer bosque. Era un lugar agradable, hermoso y sobre todo enorme. Al empezar, no pensé que acabaríamos de recorrerlo hoy, pero como DongHo dijo, aquí el tiempo no corre, tenemos todo de nuestro lado para seguir eternamente recorriéndolo.

Habíamos acabado la primera parte, estoy segura de que fue demasiado, ¿que tan enorme puede ser Neverland? Tanto como yo lo desee, fue la respuesta que DongHo me dio al yo preguntárselo.

En este rato juntos nos habíamos hecho muy cercanos, era como un hermano, siempre a mi lado, cuidando de mi, divertido, muy dulce y amistoso.

A pesar de no correr el tiempo la noche caía. Luces transparentes y de colores aparecían en cada esquina y sentí como un par de ojos me seguía. Me sentía observada hace algún rato ya.

- ¿No era que el tiempo no corría?-
- Eso no quiere decir que no tengamos noche, pero hay veces en que las noches pueden durar tanto como los días y los días tanto como una noche, puedes pasarlas por completo en vela o dormir cuanto quieras, aunque en realidad no lo necesitas.-

Había escuchado claramente su explicación y me interesaba conocer Neverland por la noche, pero lamentablemente esos ojos sobre mi seguían asustándome, no sabía que podría ocurrir y por mi propia seguridad quise regresar.

- Nada te pasará mientras esté a tu lado, solo tienes que confiar.- Dijo como si hubiese leído mis pensamientos.

¿Leer pensamientos? Ese chico, AJ. ¿Acaso estaba aquí? ¿Nos había seguido? Me preocupaba su presencia, no lo sentía como un protector, en sus ojos no veía lo que en los demás, lo que veía en los ojos de DongHo… O en los de Kiseop… Los ojos de AJ, eran muy diferentes…

Miré a un lado y a otro para encontrarlos, en la oscuridad era mucho más complicado… Debo ser cautelosa con lo que mi mente dice, aunque él diga que no me hará daño, no me inspira confianza.

- ¿Podemos ir a casa?- Pregunté y al instante recordé que tal vez no hay tal casa-. ¿Dónde está mi casa?-
- ¡Oh! ¡No te lo había dicho! ¡Vivirás con nosotros!- Me ayudó a subir en su espalda, mientras nuevas alas aparecían.
- ¿Ustedes? ¿AJ también?- Dije recordando el temor que me provocaba.
- No, solo nosotros los ángeles. Tus ángeles.-
- ¿Mis ángeles?-
- Pues yo, Kevin y Kiseop.-

Kiseop también era un ángel, no evité sonreír, viviría junto a él y junto a mi nuevo hermano DongHo, además del ángel de bella sonrisa y dulce voz Kevin. Mi vida aquí podía ser perfecta. Pero estaba AJ, ¿Qué era ese tipo?, ¿Cuáles son sus intenciones?, más tarde seguro lo sabré.

wow............yo quiero ir a neverland!!!!!!!!!!

me encanto esta muy bueno, quiero conti, conti!!!!!!!!

unnies !! pueden ponerle like a la foto ???????? plis !!!!!!
dile atus amig@s q tmb lo hagan !!

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=265327933566655&set=a.265326913566757.43889.143150085784441&type=3

Me encanto *-* Yo también quiero estar en Neverland :c *-*
Continua pronto porfa *-*

Mmmm.... No sé si continuar subiendolo por aquí porque no siento que lo estén pescando mucho... tanto este como mis demás trabajos y eso me rompe el corazón... Si escribo es por mis lectores y sin ellos me moriré de inanición... Así que estoy desnutrida ><





Capitulo 4:

Llegamos a un iluminado y enorme lugar emplazado sobre unas nubes de tonos rosados. Era el palacio de los ángeles, según DongHo me dijo al llegar. Avanzamos por los iluminados y vacíos pasillos, totalmente silenciosos.

Nos detuvimos frente a una alta puerta, que con solo oír el tronido de los dedos de mi acompañante, se abrió. Entramos a un espacioso y cálido lugar iluminado en intermitentes colores. Era una bella habitación, al final de esta, mis otros dos ángeles esperaban con sus encantadoras sonrisas.

- ¡Bienvenida!- Dijeron ambos, tomando cada uno, una de mis manos.
- ¿Quieres descansar?- Preguntó Kevin.
- Si, seguro que quieres, DongHo te dio un gran paseo, solo hay que mirar sus ojos para ver que necesitas dormir.- Respondió Kiseop, con sus ojos fijos en los míos.

Sus ojos, esos ojos que no quiero dejar de ver, el dulce del chocolate en ellos, la paz que me transmiten, esa confianza. ¿Cómo puedo sentir esto si no he cruzado más que un par de palabras con él?

- ¿Estas de verdad cansada?- Preguntó DongHo, poniendo sus manos en mis hombros.
- Tal vez sea bueno dormir un poco.- Respondí-. ¿Dónde podré dormir?- Pregunté al ver la habitación sin un solo mueble.
- Permíteme.- Dijo Kevin, cerró sus ojos y luego los abrió llenos de brillo-. Espero te agrade.- Dijo mientras a mi espalda aparecía una cama y las luces se volvían más tenues.

Antes de darme cuenta ya estaba recostada, un tibio aire me rodeaba, pero no tenía sueño. Las figuras a mi alrededor se difuminaban, los ángeles se volvían solo sombras junto a mi. Sentí como se alejaban, entonces presioné con fuerza un brazo, el más cercano.

- No…- Susurré-. No quiero estar sola.-
- Jamás lo estarás.- Respondió en un susurró Kiseop, el dueño de aquel brazo, que luego rodeó mi cuello, mientras sus dedos se entrelazaban en mi cabello y acariciaban mi frente.

Entonces un suave y distante canto comenzó, Kevin. Mis parpados se volvieron pesados, las caricias eran como espuma recorriéndome y aquella dulce voz en la distancia me arrullaba, sentí un suave abrigo. Entonces todo se volvió blanco.

Los ojos me seguían, un par de ojos penetrantes y fríos, me provocaban temor, estaba en una huida sin fin, no había una salida, un lugar desconocido, que se abría a mi antojo, pero esos ojos conocían mis movimientos, esos ojos sabían todo de mí…

Comenzaba a despertar de un sueño terrible, no quería abrir los ojos, no quería pensar siquiera en lo cerca que podía estar el dueño de esa terrible mirada. AJ, ¿por qué entraba a mis sueños a llenarme de miedo? Me abracé con fuerza a mi almohada.

- Tranquila.- Susurró.

Abrí mis ojos al oír esa voz, exactamente frente a ellos estaba su sonrisa, me aferraba a su pecho, ¿él es mi almohada?, sentí como mis mejillas se volvían rosadas, Kiseop amplió su sonrisa.

Me muevo un poco, sus alas me cobijan, me protegen, son mi abrigo. Y no solo las suyas, mis tres ángeles yacen junto a mi. Kiseop esta justo frente a mí, desde mi espalda Kevin me cubre, puedo ver su sonrisa con el rabillo de mi ojo, y DongHo bajo él, con sus ojos cerrados y una expresión tierna. Las alas de todos desplegadas sobre mí, cubriéndome por completo.

- ¿Un mal dormir?- Preguntó Kevin.
- Escuchamos como tu corazón se aceleraba y vinimos a calmarlo.- Susurró Kiseop.
- Siempre te cuidaremos, hasta en tus sueños.- Dijo DongHo desperezándose.

Las alas pronto se deshicieron en millones de plumas volando en el aire.

- Por favor, quédense a mi lado.- Pedí aún en el temor de mi extraña pesadilla.
- Por supuesto.- Dijo sonriendo DongHo.
- Así será.- Confirmó Kevin.
- No debes dudarlo.- Dijo Kiseop, posando luego un beso en mi frente.

Aquel beso se llevó lejos el temor. Las pesadillas son solo pesadillas, debo vivir el sueño que tengo despierta.

De un momento a otro las luces de colores tenues se volvieron fuertes, el día había llegado, pues yo había despertado. Mis ropas, mi cuerpo y mi rostro, estaban limpios, frescos, como si una cascada de agua pura me hubiera recorrido.

Habíamos comido esas coloridas frutas, dulces, nutritivas, deliciosas, que inexplicablemente se me hacían extrañas. Había un gran silencio tras acabar, no era incomodo, pero hacía que mis dudas salieran a flote.

- ¿Hay más ángeles además de ustedes?-
- Muchos más, en toda Neverland hay millones de lugares como este, llenos de ángeles, hay ángeles de muchos tipos, unos buenos y otros… pues… no tan buenos.- Respondía Kevin con esa alegría que parecía eterna.
- Ya veo… ¿hay más como yo?- Continué.
- ¿Cómo tú? ¿Qué es eso?- Dijo Kiseop.
- Pues… ¿Qué soy yo aquí exactamente?- Dije notando que ni siquiera eso sé.
- Nuestra protegida.- Respondieron al unísono los tres.
- ¿Hay más protegidos?-
- Claro.- Continuó respondiendo mi ángel de cabellos dorados.
- ¿Por qué estoy aquí?-
- Que curiosa despertaste hoy.- Dijo Kevin rozando mi nariz con su índice-. Hay algunas respuestas que no estamos autorizados a darte, solo puedo decirte que nos hace muy felices tenerte con nosotros.- Explicó.
- ¿Cómo me llamo?-
- ¿No recuerdas nada?- Dijo DongHo sorprendido.
- ¿Recordar?, ¿vengo de otro lugar?-
- Pues de…-
- ¡DongHo!- Lo detuvieron los otros dos.
- ¿Me ocultan algo?-
- No es eso, pero obtener cierto tipo de conocimientos puede provocarte un shock irreparable, no podemos decirte demasiado hasta no saber en que estado estás.- Explicó Kevin.
- Dejemos de pensar en eso y busquemos un nombre para nuestra protegida.-Dijo Kiseop.
- ¡Si!- Celebró DongHo.
- Debe ser un nombre lindo, delicado como tú.- Dijo Kevin.
- Un nombre luminoso, pues eres nuestra nueva luz.- Kiseop acarició mi mejilla.
- ¡Eres nuestra princesa!- Gritó DongHo-. Hay que llamarte así, Princesa… Gongju, ¿te gusta?-
- ¿Gongju?-
- Es perfecto para ti…-
- Gongju.- Acepté sonriendo.

El día era precioso, el bosque brillante, esta vez volaba sobre la espalda de mi ángel favorito. Kiseop. Aún no encontraba una razón suficiente para quererlo tanto, pero era simplemente así. Kiseop, la sonrisa que en mis recuerdos quisiera tener por siempre, la que quiero ver cada día. La dulce mirada que quiero tener siempre sobre mi. Las alas que quiero que siempre me protejan.

Sin previo aviso se giró, dejándome en el aire sin un apoyo por breves segundos. No sentí miedo, estaba junto a él. Kiseop volaba de espaldas, antes de que yo llegara a caer me sostuvo. Me apoyé en su pecho, nuestros rostros muy cerca uno del otro.

- ¿Te gusta volar Gongju?- Preguntó.

Asentí en silencio, mientras él quitaba el cabello que sobre mi rostro caía.

Bajo nosotros podía ver como corrían libres maravillosos seres, animales, ángeles, entre otros que aún no sé reconocer. Junto a ellos DongHo se divertía también, parecía ser muy popular y querido por todos. Comenzamos a descender.

Mientras bajábamos las alas de Kiseop me cubrían y protegían, cerré mis ojos mientras mis pies lenta y suavemente tocaban el suelo. Cuando abrí mis ojos noté como sus alas se desvanecían transformándose en burbujas.

- ¡Gongju! Ven aquí.- Me llamaba DongHo.

Kiseop tomó mi mano y juntos corrimos hasta donde estaba el otro ángel, quien al solo verme corrió a abrazarme.

- ¡Vamos! ¡Tienes que conocerlos a todos!- Dijo tomándome de la mano y llevándome donde los otros seres estaban- ¡Ella es Gongju mi nueva mejor amiga!- Me presentó con alegría.

Solo sonreí. Ninguno respondió, algunos susurraban entre si y otros me miraban sin muy buena cara. Una especie de recuerdo llego a mí, un sentimiento, un vacío y un dolor. Había sentido esto antes, eso es seguro, solo… no sé exactamente que es. Sin que lo quisiera una lágrima empezó a caer.

La lágrima fue detenida antes de acabar el recorrido por mi rostro por un delicado contacto, que luego se transformó en la figura completa de mi tercer ángel. Su rostro frente al mío sonreía, tratando de apaciguar esta extraña sensación.

- Nunca permitiré que esas lágrimas vuelvan a salir. No hay motivos para llorar.- Me animó.

Los que antes acompañaban a DongHo desaparecieron en miles de direcciones, dejándonos a los cuatro por completo solos en aquel lugar. Era un prado, muy florido junto a una transparente laguna. Nada ni nadie estaba cerca.

- Nos han llamado, desde arriba, es necesario que vallamos los tres.- Explicó Kevin.
- ¿Es Él quien nos llama?- Preguntó DongHo.
- Si, y es aquel el motivo, tenemos que ir.- Respondió.

No comprendía nada de lo que decían. ¿Él? ¿Aquel motivo? ¿Desde arriba? Necesitaba una explicación. Estaba casi segura que esto tenía que ver conmigo.

El primero en partir fue Kevin, me dedicó una dulce sonrisa antes de desaparecer en la inmensidad. Lo siguió DongHo, quien depositó un beso en mi mejilla antes de acompañarlo. Pasaron unos segundos silentes. Estábamos solos, mi ángel favorito y yo.

- ¿También irás?-
- Si, será solo un momento y… Jamás estarás sola… No soy el único que te protege.-

Mantuve mi silencio, no tenía una respuesta para darle. No quiero otros protectores, solo lo quiero a él. Solo quiero a mis ángeles junto a mí. Ahora solo a Kiseop, en realidad. Aquello parecía una despedida, aunque sabía que no lo era. Lo abracé con fuerza, sus brazos lentamente respondieron del mismo modo.

- Si me necesitas llámame, sin importar el momento o el lugar ahí estaré… Te quiero tanto como a un ángel se le está permitido y daría mi vida por protegerte.- Susurró a mi oído mientras su calor se transmitía a mi.

Aún en silenció levanté mi rostro desde su pecho y mis labios se unieron a los suyos. Eran suaves y de un especial dulzor. Todo ocurría muy lentamente, las sensaciones parecían aumentarse, sus brazos me rodeaban y pronto se separó de mí para dejar un beso en mi frente.

Sonreía, y todo en él brillaba, sus alas se desplegaron. Su mirada brillaba, su piel brillaba, su sonrisa deslumbraba. Dio unos pasos hacia atrás mientras sus manos acariciaban mi rostro.

- Gongju, ¿Sabes por qué los ángeles brillan?- Dijo antes de elevarse y desaparecer.

¿Por qué los ángeles brillan? No podía siquiera imaginarlo… Sonreía y bailaba dando vueltas, estaba sola… Pero no importaba, siempre que lo necesitará Kiseop vendría por mí… Incluso al solo verlo podía sentir esa conexión… Algo que hace que nuestros corazones latan a un mismo ritmo…

- ¿Feliz?- Decía esa voz a lo lejos.

Me detuve. Estaba sola y esa voz me paralizó. Esa voz que me infundía un temor sin sentido. No quería encontrarme con el dueño de esa voz, correría en todas direcciones solo para alejarme del dueño de esa voz… Esa terrible voz… AJ…

Antes de que apareciera frente a mi, eché a correr... No conocía los caminos, solo seguía el sendero que frente a mi se abría, no podía siquiera especular a donde llegaría, quería huir… Huir de mi único gran temor.

El bosque se hacía más frondoso, el cielo más oscuro, estaba adentrándome en los rincones que no conocía de Neverland. Me giré para ver si me seguía, sus ojos… Esos ojos fueron la respuesta… Mi pie se enredó y caí… Casi caí… Una rama detuvo mi caída…

Entonces la rama se aferró con fuerza de mí, mi cuerpo era presionado y cada vez se acercaba más y más a ese árbol… Me envolvía y me asfixiaba con sus ramas… Quería gritar, llamar a Kiseop, pero mi boca había sido sellada…